Artículo de Javier Tourón.
![PERSONALIZACIÓN-03-INED21](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_uxmRYEzGYbl4RdZyyCCB1Az63sztt_dK2PYQmekBvvRK8DXfmWDyt_YAhU7tFA3KcjH-_yXzl-bxHNefbmkJUhszz4hO7rjm49v7G1ZXGzbWOMmyLKDL90YCkRxcqwuw8QBPYMmLizb5PP=s0-d)
Mientras
seguimos discutiendo cosas que no me parecen demasiado relevantes, como
si debemos identificar, atender o promocionar el desarrollo del
talento, sobre si el CI sirve o no, sobre si unos son y otros no; en
otros lugares, piensan en cómo avanzar en el planteamiento del
aprendizaje, en un modelo de escuela que responda mejor a las
diferencias y necesidades de los escolares, en el futuro del
aprendizaje. El modelo de escuela como fábrica de funcionarios
del imperio, todos iguales, todo basado en una burocracia que asegurase
que todos harían lo mismo para mantener el imperio unido, ha pasado a la
historia. Muchos expertos coinciden en esto. Ya hemos hablado
de rescatar la Pedagogía diferencial, de repensar la escuela, del futuro
del aprendizaje, o de cómo convertir las escuelas en centros de
desarrollo del talento, por citar algunas de nuestras entradas.
Cómo avanzar en el planteamiento del
Quiero
ahora en un post breve (lo prometí a mis amigos, que siempre me riñen
porque hago entradas largas) comenzar a hacer algunas reflexiones sobre
las diferencias entre tres términos que ya sé que se encuentran bastante
más allá de la enseñanza grupal basada en la edad, pero es que
—precisamente por eso— a pesar de lo que pueda ser la escuela actual,
pretendo ofrecer ideas para que cambie. Mientras discutimos (o discuten
algunos) de si la escuela está para promover la igualdad, otros piensan
en el aprendizaje para profesiones que ni existen. Es que en la escuela
de hoy, como vamos, ¿a dónde vamos?
La oficina de Tecnología Educativa del Departamento de Educación de los EE.UU en su National Education Technology Plan de 2010 señala lo siguiente:
Individualización
Se
refiere a la instrucción que se acomoda a las necesidades de
aprendizaje de los diferentes alumnos. Las metas de aprendizaje son las
mismas para todos los estudiantes, pero éstos pueden progresar, a través
del material que se les ofrece, a diferentes velocidades de acuerdo a
sus necesidades de aprendizaje. Por ejemplo, los estudiantes pueden
invertir más tiempo para avanzar en un tema determinado, omitir temas
que cubren la información que ya conocen, o repetir temas para los que
necesitan más tiempo.
Diferenciación
Se
refiere a la instrucción que se adapta a las preferencias de
aprendizaje de los diferentes alumnos. Las metas de aprendizaje son las
mismas para todos los estudiantes, pero el método o enfoque de la
enseñanza varía de acuerdo a las preferencias de cada alumno o lo que la
investigación ha encontrado que funciona mejor para los estudiantes
concretos.
Personalización
Se
refiere a la instrucción que se acomoda a las necesidades de
aprendizaje de acuerdo con las preferencias y los intereses específicos
de los diferentes alumnos. En un entorno que está totalmente
personalizado, los objetivos de aprendizaje y contenidos así como el
método y ritmo pueden variar mucho ( la personalización abarca la
diferenciación e individualización).
En un informe titulado Personalization vs. Differentiation vs. Individualization Report (v2) realizado
por Barbara Bray y Kathleen McClaskey, co-fundadoras de Personalize
Learning, L.L.C., las autoras señalan que las definiciones anteriores se
centran demasiado en la instrucción, de modo que ello les llevó a crear
una tabla con los tres términos, pero centrada más en el alumno que en
la instrucción. Determinaron que el uso del término “aprendices” era más
preciso que “estudiantes” en todos los ambientes de aprendizaje.
Señalan que “el aprendizaje ocurre en cualquier lugar, en cualquier
momento, con cualquier persona, por lo que el aprendiz va a terminar por
ser el conductor y dueño de su propio aprendizaje”. La tabla a la que
se refieren os la incluyo traducida. Me parece de gran interés para los
directores de las escuelas, los profesores y, como siempre, para que los
padres tengáis argumentos para dialogar certeramente con los profesores
de vuestros hijos. Seguiremos hablando de esto.
NOTA
La unidad llamada Carnegie
fue desarrollada en 1906 como una medida de la cantidad de tiempo que
un estudiante ha estudiado una materia concreta. Por ejemplo, un total
de 120 horas en un tema —con 4 ó 5 clases a la semana durante 40 a 60
minutos, durante 36 a 40 semanas cada año— supone que el estudiante ha
realizado una “unidad” que implica obtener un crédito en la escuela. Se
consideraron catorce unidades como la cantidad mínima de preparación que
puede ser interpretado como “cuatro años de estudios académicos o de
alta preparación”.
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